Llega un nuevo momento.
Cambió el
tiempo y el espacio
con el imparable
tic-tac del tiempo.
Un nuevo
momento invertido
en el
invento de las redes opacas del deseo.
Un tiempo de
utopía,
que seguro,
nos llena de muchos besos,
con viajes
programados a otros mundos
donde
sonrisas y buenas vibraciones
se den la
mano sin soltarse.
Donde el
dolor desaparece de la mente
y donde las
estrellas serán barcos de poder
para alejar
sombras de los malos augurios.
Desaparecerán,
de una vez, los miedos
y ganaremos
la batalla contra las adversidades,
planteándonos
retos hasta ahora inalcanzables.
Miraremos adelante
y la mente
hará que los cuerpos
se unan sin
distancia entre las pieles.
Y seremos
dos en uno
y uno solo
con nuestros deseos.
Volaremos para
encontrarnos
en el vagón
de la ansia voraz del amor sin frenos.