Descubro
silencios que dañan
pero
mi camino sigue,
cómo
sigue adelante,
pensando
siempre en ti,
teniéndote
dentro de mi cabeza
y
analizando que todo es posible,
a
pesar de dejar de ser posible.
Contigo
en mi mente
es
fácil caminar en un desierto.
Con
los ojos cerrados
puedo
imaginar
cada
uno de los pasos que doy
y
recuperar el aliento
después
de cada caída.
Vivo
despacio
dentro
del silencio que rompe
en
mi cabeza
porque
a veces hasta ensordece.
Soy
feliz y no lo niego,
puedo
reír y no lo niego,
puedo
cantar y no lo niego,...
En
el fondo la felicidad
es
la que uno quiere tener,
cuando
la quiere tener
y
como la quiere tener,
sin
necesidad de pensar
nunca
en los demás,
solo
en aquellos que importan,
en
quienes interesan
y a
quienes necesitas.