He despertado
a la luz
con la
dulzura de tu pensamiento,
con las
palabras justas
que nunca se
podrá llevar el viento.
No hay
lectura posible,
de labios ni
de la mente
si no
entendemos lo que somos
y donde nos
dirigimos.
No hay más
allá
que
disfrutar del momento.
Amar la
vida,
ser feliz
con una sonrisa siempre
y con la
intensidad del momento.
Aprender a
escuchar
antes de
hablar sin saber qué decir.
Pensar antes
de escribir.
Sentir con
la fuerza de los Dioses
antes de
herir a quien bien se quiere.
Nunca rendirse
en el intento,
pero siempre
vivir aunque sea en silencio.
Buscarte en mis
sueños
para
convertirte en MI Princesa Vikinga,
y luchar en
las batallas del día a día,
hasta la
extenuación de los cuerpos
en el lecho mojado
del deseo,
bajo la luz
de la Luna
y
compartiendo el aliento del momento.
Notar cómo
te dejas fluir entre mis dedos
y sentir que
necesitas del momento
en el que
las pieles se unen
sin
necesitar del silencio,
que tantas
veces hemos vivido,
alejados,
por si decía algo el viento.
Y forzar un
encuentro
contra los
ritos escondidos
en la
sociedad oscurecida por la luz,
del eterno
castigo de las mentes
que se aman
por encima de lo eterno.