Y pediré.
Si, pediré
en cuerpo y alma
aquello que
fluya desde mi mente.
Y pediré aquello
que no
impidas que te pida.
Y seré feliz
viéndote feliz
complaciéndome
en todo lo que te pida.
Porque pedir
no es malo
si se respeta
lo pactado.
Porque tú
has de ser tú
y así quiero
que seas,
pero siempre
a mi lado.
Porque respirar
es la
esencia de cada día,
porque sin
ti no se ser más
que alguien
que vaga
en silencio
entre las penumbras,
sin saber si
hay luces o sombras.
Y la luz que
irradias
es la guía que
me lleva
hasta el
espacio justo
que une las
rayas de la felicidad.
Y que las líneas
de nuestras manos
se unan
sellando los deseos
de la petición
más extrema
que jamás salga
de mis labios.
Y que dejen
de ser sueños
algunos de
esos sueños mojados
para
convertirse en realidades húmedas
que se
queden para siempre
en la retina
de nuestras mentes.
Y tú, me darás tu entrega