Porque no
hay días malos,
ni sentimientos
eternos.
Porque es un
camino largo
Pero también
placentero,
allá donde
se esconden las brumas
más lejos
que el pensamiento.
Porque,
aunque no lo parezca,
quedan
muchas sonrisas aún
por vivir y
compartir contigo.
Porque hasta
las hojas,
Que cada
otoño se lleva el viento
pueden volar
alto y dejarse llevar.
Porque tras
las barandillas de la vida
está el
camino de los sueños.
Porque no
vale con querer mucho,
hay que
querer del todo.
Porque lo
que importa
es lo que se
tiene, mientras se tiene.