dilluns, 7 de desembre del 2015

Que las sonrisas rompan el silencio



Despacio.
Las prisas son malas consejeras,
y más aún para digerir
la traición y el engaño.
Silencio.
No vale la pena dar un paso más allá
de donde la razón sabe dormirse.
Lágrimas.
Ni una sola gota de mis ojos tristes
te harán ver que la luz me ciega
más que todas tus mentiras.
Sonrisas.
Necesarias para saberme vivo cada día,
sin pausas ni lamentos furtivos.
Palabras.
El arma más eficiente
que hay sobre la faz de la tierra.

Hablemos siempre despacio
y que nuestras sonrisas
rompan el silencio
que las lágrimas pasadas
han dejado atrás.
Vivamos felices siempre.