Abrazos por
doquier.
Sueños eternos,
en los que
nuestros cuerpos se funden
y conforman
un firmamento
lleno de
luces estrelladas,
donde los
recuerdos no son más
que una
parte del pasado.
Pero lo que
importa es el presente,
el vivir de
forma clara
con el sol a
la espalda
para que no
ciegue tu mirada.
Mirando hacia
el futuro,
con la parte
de atrás
cubierta de
esperanza.
Abrazos,
besos y caricias
pero sobretodo,
complicidad abierta
con las alas
apoyándonos
a cada paso
que demos hacia la esperanza.
Vuelo de
hadas
Para saciar
nuestras ganas de amar.