No hace
falta más luz
que la que
me deja ver sin molestar.
Solo me hace
falta ver
la
inmensidad del mar
para saber
que tu estas allí,
mirando las
mismas aguas
y descubrir
en silencio
como las
olas acarician tu espalda.
Siento en el
viento
como tus
manos me alcanzan
y hacen que
me sienta el rey del alba.
Adivino a lo
lejos tus formas
que se
marcan en mi mirada
y te
descubro tan cerca
que mis ojos
se llenan de agua.
Tan cerca y
tan lejos,
con el mar ayudándome
a recuperar
tu presencia lejana.