Me pongo al
otro lado.
Busco estar
en donde los demás no pueden
y así poder
observarte desde las alturas.
Nunca te
iras de mi lado, porque no puedes.
Estas
siempre atada a mi mente
para poder
sorprenderme
con una
simple palabra
que tus
labios suelten.
Me pongo del
lado de la Luna
para
observarte fijamente,
para velar
por tus sueños
porque en
ellos aun sigo presente.
Sigo
pensando a cada instante
que los ojos
no se duermen,
solo se cierran
los parpados
pero tú en
mi retina permaneces
durante el
día y la noche,
aun cuando
parece que duermes.
Solo
descanso por instantes
para seguir
queriéndote
de forma sincera
y para siempre.