que se
acerca a mi vida
y en ella
los recuerdos del pasado
que siempre
pueden ser mejores.
Camino entre
las luces
que se dejan
entrever en las tinieblas
pero que me
permiten, a veces,
que pueda renacer
de las cenizas.
Miro el mar
y sé que es
el mismo mar
de siempre.
Ese mar
donde ambos
nos hemos
bañado cientos de veces.
El mar que
nos une
en la
distancia de las mentes
y que hace
que nuestros cuerpos
se lancen al
vacio como siempre.
Miro el
cielo cada noche a la misma hora
y las
estrellas siguen acompañando a la Luna
para vigilar
la ventana de tu alcoba,
y cuidar de
tus sueños
hasta que
llegue la mañana a su hora.
Y con lo
difícil que es la aurora,
en mi mente
sigues anclada
por los
tiempos de los tiempos,
con las
luces del alba
y el
despertar de las sabanas mojadas
que delatan
tu noche más deseada.