Un beso.
Dos labios
que se juntan
y dos
lenguas que se enlazan.
Un beso
largo y profundo
que llega
hasta el alma.
Dos labios
que se separan
y bajan por
tu cuello,
viajando
entre tus montañas,
imaginando
tu entrepierna mojada.
Recorrer el
camino del placer,
mojando cada
paso que haya.
Un beso recorriendo
tu deseo
de forma
desesperada.
Llegar al
valle de la fuente de las ansias
escondidas
en el interior
de tu
cavidad más preciada.
Un grito,
un gemido
que se escapa
y una fuente
que saca ternuras
y rebosa
placer y esperanzas.
Un riego de
mis dedos
que penetran
entre tus labios
debajo de tu
ombligo de hada.
Un azote
merecido
allá donde
termina tu espalda.
Un placer
inmenso
que moja la
lengua que te desea
y se mueve
desesperada.
Un final
como el principio.
Un abrazo de
hada
entre los
dos cuerpos
que se besan
de forma descarnada.
Dos bocas
que se unen
y que no las
separará ya nada.
