Amanece.
No es un día
cualquiera.
Amaneces
y las luces
vencen a las sombras
en un cielo
que emana flores.
Luces y sombras
mezcladas
con colores intensos
que se
dibujan en un mar
preñado de
salitre.
Y la piel se
siente joven
cuando
analiza los colores.
Amaneces,
que no es poco.
Y la retina
se impregna
de la sencillez
de los colores.
Y el rojo es
mas rojo,
el azul más
intenso,
el amarillo
se mezcla con el ocre
para dar una
sensación
de mezcla
perfecta sobre el cielo,
pero siempre
quedan allá,
sombras
negras en las nubes.
Al final
vence el azul
en la
batalla de los lienzos,
en un día
intenso en el que
las sombras
desaparecen.