la suave luz de la luna
y un amplio
ventanal al mar.
Todo es
tranquilidad
y el deseo se
sobrepone al silencio.
La melodía que
suena es entrañable como tú.
Recuerdos imborrables
al ritmo de la
banda sonora de “Cinema Paradiso”
que nos
hacen emerger
del sueño
que nos ampara.
Tu piel rozándome
y mi piel
erizada por la ganas de sentir la tuya
y las
sensaciones que nos convierten en eternos.
Yo sé donde
estoy
y donde me
apetece que estemos los dos.
Piel con
piel.
Para
siempre.