De frente y
con la cara alta.
Gritando a
los cuatro vientos
quien soy y
donde voy.
Raíces arrancadas
de golpe
para
plantarlas en otro sitio
más acorde
conmigo, contigo.
Con mis
deseos más atroces,
pero con la
sensibilidad de mis sueños.
Voy y vengo
pero sé bien
que mi tierra será tu tierra.
Mi aire tu
aire.
Mi cielo tu
cielo.
Y que el sol
que me da vida
será el sol
que mimará tu piel.