Quiero vivir
y dejar vivir.
Deseo vivir
el sueño dorado de la pasión
recorriendo
cada una de tus curvas,
con calma y
paciencia,
dejando de
lado mi desesperación motera.
Recorrerte despacio
y sin miedo
y poder
deleitarme con los pasteles de tus senos
con su
guinda especial.
Lamer tu
cuello hasta hacerte estremecer
y poder
saborear el néctar de tus labios
como si
fuese miel.
Que
permanezca por siempre
su gusto en
mi boca, de forma eterna.