del final
del silencio.
Las palabras
y los besos se sobreponen
por encima
de los propios versos
para
identificar la nueva sensación
de tenerte a
mi lado por un tiempo.
Vienes desde
la lejanía
para
compartir las palabras cada día.
Nos unen en
la distancia
los mensajes
de nuestras almas
y nos llenan
de recuerdos
de todos y
cada uno de los momentos vividos.
Vivimos por
vivir, uno con el otro
y para
fundirnos en un abrazo inmenso,
piel con piel,
hasta acabar
bien adentro
y llenarte
con mis sentimientos.