y anidando
entre nubes altas,
volando
hasta tu cuerpo
para
descubrir cada centímetro
de tu piel
blanca deseada.
Bronceandonos
con el sol
de la isla
de los sueños dorados.
Tu piel y mi
piel juntas
con marcas
blancas provocadas
por el roce
con deseo
al
revolcarnos en la arena de los sueños.
Mojarnos,
juntos,
en las aguas
del mar del placer eterno.