despacio y
suavemente
por cada uno
de los poros de mi piel.
El calor
crece
y hace que
aumente en mi
el deseo
inestable de la realidad amada.
Poco a poco
la figura dura
emerge de la
sinrazón
y la mano
sigue su curso mediático.
Arriba y
abajo.
Primero
despacio.
Después mas
deprisa.
Acelerando…
hasta
explosionar en el gemido,
ahogado por
las gotas del cielo.
Explosión de
lava blanca ardiente
que el agua
se encarga
de hacer
recorrer su camino
hasta el más
hondo lugar de los ancestros.
Placer
escondido.
Ducha
placentera en el despertar de la mañana