se sumergen
entre tus piernas,
deseosas de
encontrar placeres
allá donde
los conocen de antaño.
Mis dedos dibujan flores de esmeraldas
y corazones
en tu espalda.
Las palmas acarician
cada
centímetro de tu piel
tallada en
mármol
y en
momentos el clímax
desbordará
tu piel sonrosada.
Se
endurecerá el botón de la esperanza
y se mojaran
tus piernas
con un sabor de añoranza.