y las gotas
de lluvia cayendo.
Inundando nuestros
cuerpos
de fríos
cristales que nos inducen
a navegar en
los oleajes
de sabores y
gustos con fragancias.
Calor sobre
el frio.
Húmedo sobre
mojado.
Besos con
lengua
que nos
llevan hasta el interior
de las más
intensas entrañas.
Cuerpos resbaladizos
bajo
nuestras ropas mojadas.
Manos que se
esconden
tras los
entresijos de las pieles
que sienten
el frescor de la lluvia de madrugada.
Placer sin
necesidad de esconderlo.
Sueños húmedos
al lado de tu cama.