Y si el día esta gris y triste,
tú serás la luz que me recompense.
Sé que tus pensamientos
de cada noche hacia mi
son los que me acompañan
y hacen feliz al día siguiente.
Que cada noche sea eterna,
aunque no se toquen nuestras pieles,
y nos encontramos en los sueños,
y mojemos juntos las sábanas blancas.
Contigo, aun sin ti,
todo tiene sentido
y hace que reviva cada instante
en el que hemos sentido
nuestros sudores tocarse.
Cada uno de esos momentos
en que las luces del placer
han podido con las sombras,
aunque a veces, y solo a veces,
nos escondamos en ellas.
Eres la montaña rusa de mi vida,…
subimos y bajamos a un ritmo
frenético,
el ritmo que marca nuestro corazón.
Y aun tenemos energía para rato.
Por los siglos que nos envuelven,
en esta vida y el más allá.