Sopla aire fresco de lluvia
en un día de primavera,
donde entre la brisa
se esconde tu sonrisa eterna.
Tus ojos penetrantes
brillan en la oscuridad
y la luna espera ansiosa,
que me mires por la ventana.
Desde cada uno de los poros de mi piel
se crea la unión con tu piel,
aun no estando tan cerca como quisiera.
Luchando cada día los cuerpos
por encontrarse y relanzar los deseos.
Quiero atar tu mente a mi cuerpo
y que tu cuerpo se suelte entre mis dedos
para que la fusión sea completa.
Fustearte con la fuerza,
medida y necesaria tu piel
y que tu entrega sea sensata y cuerda.
Y con la cuerda del deseo
permanecer inmóviles con el tiempo,
de forma clara y eterna,
pero con gemidos y gritos, no en silencio.