Viviendo
aislado
entre el
deseo carnal
y la
necesidad palpable,
de
encontrarme a mí mismo
mientras
viajas agarrada
de otros brazos
que no son los míos.
Sin alejarme
más allá
de donde las
sombras
se hacen más
latentes y patentes.
Buscándote en
silencio
y lo más
lejos de ti… a tu lado.
Fingiendo
ser yo,
cuando lo
que quiero en realidad
es que
seamos nosotros.
Y las luces
de la tarde
se apagan
cuando tu cuerpo
se moja
entre mis palmas.