donde todo
empieza de noche,
pero que con
el día no acaba.
Vivo donde
tú haces del cielo un nido,
frente a la
nube del numero 51,
donde el
amor es tan inmenso
que de dos
hacemos solo uno.
Escondido entre
arbustos para ver
como las
lágrimas del ayer
se
convierten en sonrisas cada mañana.
Mirarte a
los ojos y saber que tu mirada
es la
felicidad que se escondía
en lo más
profundo del alma.
Y sostenerte
suavemente entre mis brazos,
sin apretar,
para que te quedes a mi lado.