Hablar contigo
y perder la
razón y el sentido.
Mantener una
conversación contigo
y olvidarme
de la realidad.
Pasar del
sufrimiento extremo
a escuchar
la más agradable melodía
bajo la luz de
las estrellas.
Compartir el
dulce deseo
de volar cada
día al alba
después de
una noche deseada.
Compartir tu
armonía
y
descubrirte en cada una de tus palabras.
Darme la paz
que necesito
y
controlarme entre las sabanas
con tu dulce
y sincera mirada.
Descubrir que
no hay otro mundo
que no sea
el que viviré contigo,
acompañado de
las hadas
que dan
cobijo a la Luna enamorada.