Te doy mi
vida.
Sí, mi vida
entera
porque mis
sentimientos no cambian.
Sigo siendo
el mismo
que hace un
tiempo te conocí,
y sigo
queriendo darte todo.
Sigo estando
a tu lado,
con los buenos
momentos
y con
aquellos más amargos.
Sigo pensando
que respirar a tu lado
es felicidad
y encanto.
Te doy con
estas rosas
aquello que
tanto hemos soñado
y que juntos
hemos compartido, amándonos.
En estado de
sencillez
pero cada
uno al otro acompañando.
Te doy
aquello que tengo más preciado.
Te doy mi
vida,
con el
encanto de sentirme amado.