Renacer cada
mañana, con la luz del día,
tras el
rumor de las olas acariciando tu arena mojada.
Soñar que
las luces acarician tu cuerpo
y que el
calor del sol es,
el mismo sol
que nos contempla impasible a los dos.
Recordar los
momentos alegres pasados
y dibujar en
la mente los mejores deseos del futuro.
Ver arder el
fuego de la hoguera de tu cuerpo
para
mezclarse con las llamas de mi cuerpo
y quemar en
silencio cada etapa pasada
para
reavivirla con el tiempo, con amor entre los dos.