Porque en
realidad eres
quien merece
ni atención.
Tú y nadie
más.
Más allá de
las luces y de las sombras,
por encima
del sol y la luna y las estrellas.
Desde la
sinrazón
de la razón
escondida entre los sentimientos,
hasta la
realidad oculta
entre la
belleza de tus ojos.
Siempre por
y para ti.
Por ti
porque eres divina.
Para ti,
simplemente
porque te mereces mis versos
que me
acercan en el aire y en el tiempo.
Solo para
ti.