te cubres la
piel,
cual ángel
alado,
para volar
en el tiempo
y regresar a
mi lado.
Como el ave
fénix
que sin
querer busca de nuevo
el rincón de
la oscuridad
donde los
primeros rayos del día
ayudan a descubrir
cada rincón
del espacio
que existe
entre tu y yo.
La distancia
y el tiempo
no son los
mejores aliados,
pero si
sirven para hacer
mas grandes
las relaciones y el deseo.