Despacio.
Sin prisas,
pero
deseando encontrar
espacios donde
el tiempo
tenga poco
que ver
y las ganas
de entregarse,
mucho que
realizar.
Poco a poco,
sin prisas a
equivocarse
y con ganas
de encontrarse
que permitan
recitar versos de Benedeti
con la calma
necesaria
para que no
hayan excusas
entre las
esclusas de la calma.
Que el
dorado brille con la luz propia
que le da la
lealtad del deseo.
Que la
persistencia de las aguas calmadas
sea el rio
del placer inmenso.