que tu
conmigo
y que mejor
yo,
que yo contigo.
Luces
contrapuestas
para siempre
unidas
por el deseo
voraz
de uno para
el otro.
Una cama y
dos lados.
Un lado
para
cada uno
de nosotros dos.
Y los dos en
medio.
Lo eterno y
lo efímero.
Contraposición
de nexos.
Uno y el
otro.
Los dos
juntos.
Juntos y, además,
revueltos.