No existe
verdad mas cierta
que la del corazón
que se
inspira en su propio latido.
Los pasos al
caminar adelante
son signos
de esperanza
que nos
abren puertas cerradas
con el candado
de la ignorancia.
Juntos,
de la mano
buscando realidades que,
en la
torpeza de los pobres de espíritu,
nos hacen
descubrir oro
en el mismo
incienso del infierno.
La luz se
adueña de los corazones
de aquellos
que sabemos que
el latido de
uno se mezcla con el latido del otro.