Recuerdos de la piel

Tu ausencia me acaricia

                                    suavemente

desde la distancia.

Tu presencia

hace que mi mente exprese

en milésimas de segundo

la fuerza del deseo contenido.

Mi presión

sube hasta extremos insospechados

y la necesidad de tocarte

hace que mis dedos sean lanzas en tu piel.

Lanzas de deseo extremo.

Lanzas de mimos insospechados.

Caricias eternas estando a tu lado.

El recuerdo de la piel

y los anhelos estando a tu lado.

Música negra para tu piel blanca

De repente, roto el silencio,

de la nada pasamos al todo,

a tu lado, siempre.

Sin ninguna duda.

Acordes acompasados

al ritmo del deseo incorporado.

Música negra para tu piel blanca.

Amuletos de un destino que,

sin sobresaltos, 

acerca mi barca a tu lado.

Largo viaje con recompensa.

Tu ausencia acaricia mi espalda

y me ayuda a penetrar 

en el túnel de la mañana.

Sin dolor y con la mirada intensa

de las luces de la nada.

El todo queda para olvidar la distancia.

Mis latidos en tu corazon

Alegoría de silencios

en una mañana luminosa

y con el viento en calma.

Mañana plástica de verano

con un frio invernal.

Entre nubes de algodón,

mi mayor alegría,

llega con la alborada de los sueños,

donde el silencio y tu mirada

me dan la visión más clara

de mi realidad contigo.

Sueño en el día

con que llegue el momento

donde se retira la caricia de la luna

y poder acariciarte

con el deseo de mis dedos.

Quiero mis latidos

en el interior de tu corazón.

Entre sombras y penumbras

Mirando sombras

entre luces apagadas.

Cual laurel para el mejor de los guisos.

Entre penumbras

descubro secretos de alcoba.

Busco entre la luces del alba

penetrar en ti

y descubrir de forma pausa

tus anhelos del alma.

Salgo de la nada,

donde nadie es alguien,

para entrar en ti

para convertirme en un todo.

Mis latidos se esconden en tu corazón

para sentirte muy adentro.

Las farolas alumbran

mi camino hacia tu sino.

La lluvia moja tu pelo,

mientras la niebla me hace retroceder,

para tomar impulso hacia ti.

Caminando junto al Mediterraneo

Calles angostas y estrechas

por donde camino,

con casas viejas y paredes blancas.

Luces del sol

que juegan con las sombras

entre los entresijos de las flores violetas

que crecen salvajes venciendo a la maleza.

Miradas.

Pinceles que plasman en la tela

lo que en la retina queda.

Azules. Rojos. Amarillos. Verdes…

Colores que de esperanza nos llenan.

Caminando junto al Mediterráneo.

Belleza eterna