Mirando al
horizonte
encuentro tu
mirada,
buscándome,
como la mía
busca la tuya.
Miro a lo
lejos y te siento tan cerca
que casi se diría
que te huelo
en el aire.
Mis manos
buscan tus manos
y poder oírte
decir que me quieres
para decirte
lo propio
que sale
desde dentro de mi mente.
Y ayudarme
con el viento
para poder
descubrir todo tu cuerpo
y, de nuevo,
hacerlo mío
y esta vez
para siempre.
Y regalarte tantos besos
como flores hay en la faz de la tierra.