Y volaras
tan alto
como la
esencia misma de tu mirada.
Y las luces
del cielo
lanzaran sus
dardos enamorados,
para que
contemples una vez más
la
profundidad del deseo.
Y siempre será
todo
y todo será para
siempre.
Porque la
eternidad nos pertenece
y no hay
tiempo para nada más
que para ser
felices.
Y caminaremos
juntos
entre prados
de nubes blancas,
donde el sol
y tu presencia
harán que me
salgan alas
y volare con
todas mis fuerzas,
para hacer
de ti mi niña enamorada.