Frente a ti.
Uno mirando
al otro
y mis ojos
penetrando en tu mirada.
Saboreando con
mi vista tu piel blanca
y
descubriendo en tu rostro
la alegría del
alma.
Disfrutando a
cada milímetro
que nuestras
bocas separa
y poder deleitarme
con el roce de tus labios
que tanto
tiempo hace que esperaba.
Mojar tu
lengua con mi lengua
y en lo más
profundo de ese beso
llegar hasta
el fondo de tu alma
y permanecer
para siempre en ella,
disfrutando
de la luz que emanas
cada día
entre mis abrazos y mis miradas.