Desde la
morada de los sueños.
Donde
habitan y conviven
lo posible y
lo imposible.
Donde los
anhelos
subrayan con
trazos de terciopelo
las palabras
que emergen de muy adentro.
Donde los
dos somos uno.
Tú permaneces
en mi cuerpo
llenándome de
poder y deseo.
Yo camino
entre tus curvas
para navegar
cual pirata mar adentro.
Donde llenar
de argumentos
Nuestros apasionados
encuentros.
Donde el sol
renace
con la mente
puesta
en acostarse a tu lado
y despertar
en silencio.