Alargando la
sombra de los escalones.
Superando
todos los posibles problemas
que
intentaban hacer naufragar nuestra barca.
Dominando las
curvas que conducen a la felicidad.
Sobreponiéndonos
a los silencios del mismo silencio
para abrir
nuestras puertas
y desear que
la luz que nos invade y que nos da vida
nos acompañe
eternamente.
Sin
problemas que no se puedan superar
y con la
entereza de saber que vamos cogidos de la mano.
Más allá de
las estrellas.