Llueve.
Cae la
lluvia plácidamente
y su sonido
me embauca.
Me atrapa su
uniformidad anárquica.
se convierte
en un beso tuyo.
Sé que
estamos viendo
la misma lluvia
y nos
transporta juntos a los dos,
en el tiempo
y el espacio,
uno al lado
del otro.
Y siguen
llegando besos,
ahora con más
fuerza.
Y el ruido
de las gotas al caer,
se convierte
en gemidos suaves
que me
susurran despacio
nuestro amor
eterno.
Llueve.
Y sigue
lloviendo
tras los
cristales de los ventanales.
Y me abrazo
a ti, en silencio.