Justamente hoy
que quería hablar
con el sol
y recordarle
cuanto te amo.
Hoy que quería
pedirle
que te
iluminara la cara
para que las
estrellas tengan celos
cuando te
vean a la noche.
Hoy quería pedirle
que sus rayos
acariciaran
suavemente tu silueta
y la
hicieran sentirse como algodón.
Hoy quería que
todos supieran
que el calor
que da el sol
es para que
podamos sentir,
aun en la distancia,
el calor de
tu piel y mi piel
en nuestras manos.
Hoy no podré
hablarle al sol,
pero me
queda por delante una eternidad
para decírselo
y amarte.