cálido y ardiente,
hacia ti.
Me acompaña
en el camino
de las luces,
después de
las nieblas matinales.
Un día
espléndido
donde el
resplandor de tus ojos
enciende
cada vez más mi mirada.
Mis anhelos,
llenos de
recuerdos
que se
reviven a tu lado cada mañana.
Luces de
flores de vida
que iluminan
el pecho del alma.
Nada podrá
resistirse
a los deseos
anhelados
de los
amantes de la mañana.
Esta vez sí
que sé que el sol
se aliará
con los que amamos la esperanza
de seguir
unidos de la mano sin miedos a nada.