dissabte, 2 d’agost del 2014

Besos con piel



Un beso.
Un largo roce
de mis labios con tus labios.
Una caricia carnal
que hace que el cuerpo se estremezca
y que afloren los instintos escondidos
durante tanto tiempo.
Ya ni recuerdo la última vez
que mis labios descansaron en los tuyos,
pero sí se bien
que el encuentro es inminente.
No queda nada, nada,
para que nuestras pieles
vuelvan a sentir la necesidad
de sentirse pieles
y de unirse en una sola.
No queda nada.
Nada.