pero al
mismo tiempo especial.
Una taza de café
caliente
y la
temperatura de mi cuerpo en aumento
pensando en
ti y en tus besos…
cálidos y dulces
y al mismo
tiempo frenéticos y apasionados.
Labios que
se buscan.
Lenguas que
se entrelazan.
Deseos que
surgen
desde el
interior de la piel
y con el corazón
palpitando rítmicamente,
como en los
mejores sueños.
Las manos
esperan su momento
para actuar
en nuestras pieles.
Deseos gloriosos.