Vivir es un
riesgo.
Una sensación
de ir siempre al límite,
con el deseo
de seguir avanzando.
A tu lado
ese riesgo
aumenta o
disminuye,
dependiendo
del momento.
Un riesgo
del que quiere amar
y de quien
quiere ser querido.
Vivir es un
riesgo,
estar
siempre pendiente.
Vivir pendiente
de ti
es el riesgo
llevado al límite.
Pero siempre
un riesgo
que los
aventureros deseamos vivir.
A tu lado,
felices. Por siempre.