Hoy es día de sonrisas.
Hay que sonreír le al viento
y pedirle cada día por recordar
aquellos momentos mágicos,
en los que la Luna baja,
escondida tras las cortinas de mi ventana,
a que llegue el encuentro con Morfeo
para controlar los sueños de la persona deseada.
No somos perfectos por separado,
pero cuando estamos juntos,
y reímos y disfrutamos tanto,
entonces nos acercamos a la perfección.
No queremos ser más de lo que podemos,
pero si somos lo que buscamos y queremos.
Y si nos buscamos con tantas ganas como tenemos,
acabaremos andando el mismo camino.
No somos dioses de la guerra,
pero si somos Dioses del amor.
Y en esta lucha, venceremos,
por encima de los miedos y las corazas,
por encima de las fronteras y las banderas.
Por encima de los malos momentos,
que también los hay y habrá.
Por encima del bien y del mal.
Venceremos, porque estamos unidos.
