recuerdos de
un pasado feliz
y abro los
ojos
y solo me
veo a mí.
Triste y
desolado
lejos de lo
que tanto he deseado.
Lejos de las
palabras
que en mi
mente resonaban
con tanta
fuerza
que hasta hacían
daño.
Busco entre
baúles cerrados
palabras de
amor que mentían,
que nada de
verdad decían.
Solo buscaban
hurgar más
en la herida
que poco a
poco estaban labrando.
Perforar en
mi interior hasta dañarme,
pero poco a
poco, muy despacio.
Pero soy más
fuerte que eso,
más duro y
más humano.
Y unas
simples palabras
no conseguirán
hacerme daño.
Lucharé como
un lobo hambriento
hasta hacer
de mis deseos un pasto
en el que
las mejores ovejas
puedan
pastar de uno a otro lado.
Soy fuerte y
seguiré siéndolo,
como lo fui antaño.
Pero lo seré
sin tener
que a nadie
hacerle daño.