Cuantas
verdades vemos
cuando
miramos el espejo del alma.
Cuantos recuerdos
imborrables
que nunca se
apagan
y que con
solo unas palabras
se relanzan
en la mente
para
recordarnos deseos y placeres
de nuestras
batallas de enamorados en ciernes,
de los que
de verdad se extrañan.
Aun con la
distancia que nos aleja,
en nuestra
mente están clavadas
aquellas imágenes
que permanecen
escritas con
fuego en el alma.
Saber que
estas y que la vida es más fácil
sabiéndote cerca
del corazón y de la mirada.
Mirando el
espejo de la mente
donde se
apoderan las alas de nuestros sueños
y nos acercan, despacio,
a
encontrarnos de nuevo.
Si no es
hoy, quizás sea mañana.