Rompe el
cielo las lagrimas de la Luna.
Esta sola y
triste
porque le
han abandonado las estrellas.
Quiso comerse
el mundo entero
pero la
garganta se le quedo pequeña
y las luces
y los luceros
la cambiaron
por otra estrella.
Que amargo
es estar triste
en este duro
y largo valle de penas,
donde los
recuerdos rompen
cualquier
señal de tu presencia.
Me quedo
anhelando tu aliento,
con la
mirada perdida mas allá de mis cejas.
Y los ríos que
antes me bañaban entre deseos,
ahora solo se
mojan en tu ausencia.
Vivo sin
vivir en mi
pensando que
de un mal sueño
también uno
se despierta.
Pero es que
está durando tanto
que hasta
mis cejas tienen agujetas.