diumenge, 15 de novembre del 2015

Asesinando a la razón por la sinrazón



No puedo evitar cerrar los ojos
y ver como la intolerancia
nos hace llorar lágrimas de rabia.
Los valores surgen desde el suelo
para romper con tristeza
el momento dramático de la sangre.
La luz de la vida se tiñe de rojo
por la barbarie que no ayuda
a respirar en un día tan agónico.
Ni cruces ni sombras,
ni fanatismo ni bombas.
La palabra es necesaria
cuando la torpeza tiñe de sangre derramada
la tierra más deseada e ignorada.
Asesinos de razones y de vida
que nunca tendrán perdón
más allá de su propia cobardía.