y no alcanzo
a ver la prisión
en la que me
tiene encadenado.
Las puertas
se abren
pero sigo
prisionero en mi mismo.
Busco, de
forma desesperada, tus labios
y no los
encuentro
en ningún
recodo de los anhelos.
Las alas me
liberan del espacio
pero no encuentro
la luz de la salida.
El tiempo
sigue
y la
oscuridad me domina.